sábado, 14 de mayo de 2011

Los detalles salvan parejas

Un ejercicio muy sano (¡y muy divertido!) es leer periódicos pasadas unas semanas, meses o incluso años. En esas lecturas “a toro pasado” uno se da cuenta de la distancia que hay entre lo que se pretendía y lo que se logró finalmente. Pero también uno se encuentra con titulares o declaraciones que aunque en el día en que se leyeron causaron cierto impacto, al releerlas un tiempo después lo hacen con una intensidad mayor. Veamos un ejemplo.

“Los detalles salvan parejas”, afirma la actriz francesa Juliette Binoche. Y pese a su profesión, su afirmación me llega a las entrañas con la autoridad de algo que se dice no para vivir un amor de cine, sino un amor real y cotidiano pero que tiene que sentirse con pasión y entrega en cada día de convivencia.

Sí, los detalles no sólo salvan parejas sino que seguramente salvan al mundo porque, con los años, uno se va dando cuenta de que es en las pequeñas batallitas de cada día donde uno puede hacer su gran aportación para lograr la victoria definitiva: la felicidad o, en teología cristiana, la salvación.

Como todos, seguramente, hemos tenido la dicha de haber sido sorprendidos con detalles llenos de ternura y afecto, sabemos la importancia de su fuerza expresiva y simbólica para traer a la superficie de lo cotidiano la profundidad de lo eterno. Tener un detalle con una persona especial es la oportunidad de expresarse uno mismo como necesitado y capaz de amar a la vez que se le recuerda a la otra persona que es alguien muy especial para quien tiene el detalle con ella.

En tiempos donde algunos profetas de calamidades se ríen de los amores eternos y donde muchos se dejan embaucar por mensajes superficiales de amores vividos con calculadora y miedo al compromiso, hoy me aplico este consejo de Juliette Binoche y me invito a mí mismo, y a quien se apunte, a ejercitar con más frecuencia el romántico y sano deporte del detalle: conocerse cada día más a uno mismo, al otro y a ambos como pareja.

Hoy, pues no lo dejaré para mañana, habrá un detalle para alguien especial. Yo sé que ella lo es, pero la ayuda de este gesto me permitirá recordárselo y asegurarme de que ella así lo siente. Hay mucha gente a la que quiero y que es importante para mí, pero con el detalle queda claro que tú eres muy especial.

Con mis mejores deseos para todas las parejas y mi felicitación especial, para las que ya viven su relación desde la sabiduría del detalle.

4 comentarios:

  1. Tienes mucha razón en no dejar para mañana un detalle con las personas que queremos. Muy interesante...

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  2. Una entrada muy bonita, muy acertada pero sobre todo muy interesante...ahh y lo de leer las cosas escritas de hace tiempo, suele estar bien...aunque la mayoría de veces no se correspondan con la realidad pero si puede que nos ayuden a entenderla...y creo que será divertdo dependiendo de lo que hayamos leido...
    Un besito :)

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  3. Grande Miguel. Realmente es en las pequeñas cosas donde algo a alguien se hace grande. Las genialidades no son un descubrimiento excepcional, suelen ser desaciertos o pequeñas cosas que no se habían tenido en cuenta a la hora de abordar el caso.
    DETALLES, es la palabra, aunque a mi me gustaría más SORPRESA. Creo que la sorpresa mantiene la tensión, el hecho de seguir enamorado como si fuera la primera semana. La sorpresa te hace sentir especial y te rompe los esquemas, algo a lo que no estamos especialmente acostumbrados.
    Me ha gustado mucho esta entrada en el blog.
    Sigue informando :D
    Saludos

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  4. Los detalles no solo son importantes,y mucho con la pareja,sino que lo son con todos los que a diario nos rodean.Y yo creo que es muy fácil practicarlo sin más que pensar un poco en los demás y en aquellascosas que les gustan y por supuesto no hablo solo de cosa materiales.

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