martes, 1 de junio de 2010

El precio de la verdad

Se ha cumplido el día 1 de junio el aniversario del misterioso accidente del vuelo AF-447 de Air France entre Río de Janeiro y París, en el que perdieron la vida 228 personas. En este tiempo el misterio ha envuelto las circunstancias del accidente de modo que un año después la asociación de víctimas constituida para el caso sigue luchando por saber la verdad última del accidente, reactivando su presencia mediática ante la sociedad.

Parece ser que a día de hoy se han invertido más de 20 millones de euros en las diversas investigaciones y operaciones que se están llevando a cabo para resolver el enigma principal del accidente: ¿cuál o cuáles fueron las causas que provocaron la caída del Airbus 330 a algún punto indeterminado del océano Atlántico?

Sentimientos, dinero, intereses varios, y una larga lista de motivaciones pueden estar detrás de las investigaciones del accidente, pero entre todas ellas hay una que prevalece, en mi opinión, alzándose con claridad por encima del resto: la voluntad de verdad.

Y es que si hay algo que une de modo estrecho a quienes mienten y a quienes luchan por desvelar la verdad es que el transcurso del tiempo ofrece siempre innumerables oportunidades para dejar en evidencia a la mentira y para devolver a la verdad al lugar que merece.

Fue Aristóteles quien puso de relieve la relación de la mentira con lo indeterminado y, por tanto, la dificultad para mantenerla y gestionarla. La verdad por su parte se orienta hacia lo determinado y promete un horizonte de comprensión que puede traducirse en esencia, orden o, quizás de modo más actual, al sentido (pues la crítica a la comprensión de la verdad aristotélica ha cuestionado duramente a las esencia y al orden pero no ha logrado eclipsar que las personas buscamos apasionadamente el sentido de las cosas).

En este caso de los familiares de las víctimas del accidente, más allá de los esfuerzos personales y económicos invertidos y de la relación de la verdad con lo determinado, lo que realmente conmueve y emociona es que nada podrá detener a su determinación por saber la verdad última de lo que les ocurrió a sus seres queridos.

Y esa determinación por la verdad, en este caso o en otros, tal y como están las cosas hoy en día, no tiene precio, lo que tiene –no seamos necios- es mucho valor.

1 comentario:

  1. Si de por si es dificil perder a alguien, no saber por qué lo hace peor aún. Aunque la verdad no hará que vuelvan.

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