sábado, 5 de enero de 2013

Tres reyes, tres regalos teológicos

Como es sabido, si miramos los datos que nos ofrece el evangelio de Mateo, nada se dice ni de que fueran tres (se habla de “unos” magos), ni que fueran reyes, aunque sí se dicen que eran magos. Por eso, mirando al citado relato evangélico sugiero tres reflexiones que pretenden ser teológicas y que, en función del gusto y la sensibilidad religiosa de lector, quizás puedan ser acogidas como regalos.

a) Saber leer las señales y los signos de la vida. Una de las posibles interpretaciones de la condición de magos de nuestros personajes es su conexión con la astronomía. Pero no basta con saber de astronomía para seguir una estrella concreta. Las decisiones importantes en la vida dependen en buena medida del conocimiento, pero no estrictamente, porque quien juega un papel decisivo en la elección libre y consiguiente a dicho conocimiento. Igual que los magos, seguir la estrella es no sólo una cuestión de conocimiento, sino ante todo de lanzarse a seguirla y guiar la vida conforme a ella. En estos tiempos en el que quizás tenemos muchas señales en el camino (incontables como el número de las estrellas), es importante saber elegir la que dará sentido a nuestra vida.

b) Actuar con astucia para afrontar la relación con los poderosos. Saber qué estrella elegir es importante en la vida, pero eso no evita que surjan los obstáculos en el camino. En el caso de los magos de Oriente se encuentran en su camino con la figura poderosa (y corrupta) de Herodes. Ante sus argucias y sus abusos en el ejercicio de su poder para automantenerse en él, los magos escuchan el consejo de un ángel para que esquiven su perverso plan. Cuando en nuestra realidad nos encontramos con gente poderosa que pretende cohibirnos y manipularnos en su propio beneficio, la mejor alternativa es la inteligencia y la astucia. A veces, la mejor manera de evitar un obstáculo es no darle más importancia de la necesaria y saber sortearlo o darse la vuelta para ir por otro camino.

c) Mantener claros los objetivos fundamentales de la vida y los medios para conseguirlos. Cuando esquivamos, sorteamos o devaluamos la importancia de un obstáculo, lo que estamos haciendo en el fondo es saber dar importancia a nuestra persona y nuestras posibilidades para ser como queremos ser. En el caso de los magos, la multitud de señales y sus obstáculos en el camino no les impidieron llegar a Belén para adorar al Mesías y ofrecerle su oro, su incienso y su mirra. Igualmente, en cada episodio de nuestra biografía, la mejor manera de acoger las buenas noticias y de asumir las dificultades es valorarlas en relación con el objetivo fundamental de nuestro proyecto de vida.

Ojalá que los Reyes Magos nos dejen esta noche sabiduría para encontrar nuestra estrella, astucia para afrontar las dificultades y clarividencia para no perdernos ni distraernos del objetivo de ser felices haciendo felices a los demás.

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