viernes, 14 de diciembre de 2012

Gracias por Las Estaciones del silencio

¡Felicidades, Jose, por Las Estaciones del silencio!

Y, sobre todo, gracias por este regalo que nos haces y por lo que ello significa, en empeño, ilusión, frescura reflexiva y realización propia y comunitaria. Aunque este proyecto tiene ya mucha vida y ya ha sido presentado en otros foros (por ejemplo, en Alcalá la Real, el pasado mes), hoy es un día especial porque presentas tu obra en casa, en Linares, rodeado de los tuyos, acomodado entre las caricias de quienes sabes que en una u otra forma son benefactores de tu vida y tu obra. Espero que sea un acto acorde a lo que representa y que todos lo disfrutemos.

Como guiño personal de hermano y amigo, y salvando las distancias con mucho pudor, me uno a la iniciativa de otros autores como X. Pikaza, de saludar a tu libro con las líneas que un día redacté para ti con el mismo cariño y gratitud con la que hoy las ofrezco en mi blog. En ellas, va implícita y explícita una clara alusión a nuestra fraternidad dominicana hecha realidad en la profesión o compromiso de vida en Cristo, al estilo de Domingo de Guzmán.

Sabes que te queremos. Y a seguir predicando a tiempo y a destiempo. Un fuerte abrazo.


Predicar desde el Silencio

Al escribir sobre Las Estaciones del Silencio, me acuerdo de que hace ya muchas primaveras que conozco a Jose Chamorro. Desde aquel momento fugaz en Valladolid, una cosa está clara: él no ha dejado de crecer en múltiples aspectos, pero sobre todo en el espiritual. Lo que sí permanece inalterable, sin embargo, es su capacidad de apasionarse. Si bien lo que ocurre es que ahora dispone de un campo mucho mayor para expandir su pasión por la verdad y tú, querido lector de este libro o del blog Desde el silencio, eres sin haberlo sospechado un nuevo y afortunado beneficiario de esta situación.

No es casualidad que Jose haya escogido el silencio como leitmotiv de su pensamiento. Porque aunque aparentemente se pudiera pensar que a él no le gusta el silencio, entre otras cosas por la energía de su risa o por su costumbre de escuchar música con el volumen a cierto nivel, lo cierto es que un alma monacal habita su mundo interior. No se trata de un detalle menor que se deriva de sus gozosas visitas y estancias en muchos de los monasterios benedictinos y cistercienses que hay en España, sino que se trata de algo mucho más profundo. El silencio es el ámbito en el que resuena con mayor fuerza y belleza el canto de alabanza y admiración por las maravillas que cada día descubre en Dios, en los hombres (sin excluirse a sí mismo) y en la naturaleza.

Por ello la estructura del blog gira en torno a tres disciplinas fundamentales para Jose: la teología, la psicología y la ecología, entrelazadas desde la óptica de la interdisciplinariedad. En la primera se puede percibir el mayor grado de crecimiento de la densidad y profundidad de las reflexiones del blog. En ellas destacan las motivaciones cristológicas y eclesiológicas, es decir, la expresión del mesianismo de Jesús (especialmente su componente sanadora) proyectada en la historia en la misión salvífica mediada por la Iglesia. Por eso, la teología de este libro brota desde las entrañas de quien vive con pasión su misión de ser, en la medida de sus posibilidades, un humilde mediador entre Dios y los hombres. En el caso del autor esto se llama ser dominico.

En el terreno psicológico, Jose se adentra en el mundo interior de las personas de la mano de psicología orientada a la pedagogía. Su profundización en esta corriente mediante el estudio y los cursos, a veces incluso a base de un meritorio esfuerzo y sacrificio personal, le han llevado a hallar una veta que le permite conocer al individuo de modo más empático, alejándose de enfoques más tradicionales y viciados y optando por otros que depositan una mayor confianza en el desarrollo natural y espontáneo del individuo.

Finalmente, en los escritos de corte más ecológico el lector podrá encontrar un auténtico ecosistema epistemológico en el que afloran proyecciones muy gráficas y estimulantes de lo que la teología y la psicología o la pedagogía puede aportar a la vida cotidiana, a la naturaleza y al lugar que cada ser humano ocupa en el planeta. La pasión con que brotan estas ideas lograrán que muchas personas puedan incluso llegar a sentirse como si estuviera dando un paseo por la sierra de Cazorla o como si Jose nos estuviera escribiendo, de modo personalizado, otra Carta de la Tierra.

Confío en que estas orientaciones puedan servir para entender por qué Jose Chamorro García piensa, siente, actúa y escribe Desde el Silencio. Pero no quisiera dejar de explicitar que su pasión es fruto de un doble enamoramiento (indisociable del que le une a Tania): el de un místico que vive por y desde el Dios que es la fuente de su existencia; y el de un predicador que sabe que esa fuente debe ser canalizada y difundida para calmar y saciar a todas las personas que tengan sed de vida en abundancia. ¿Será por eso que salpicados entre los textos figuren algunos poemas esculpidos desde lo más recóndito de su ser?

Al pasar las páginas de este blog hecho libro es posible que el lector encuentre ecos e influencias de grandes autores como L. Boff, T. Merton, M. Eckhart o W. Jaeger entre otros muchos, sin olvidar otras presencias menos ilustres y más presentes en la actualidad cotidiana del autor. Sin embargo, por encima de ellas, están la naturalidad y la frescura de una forma de pensar propia que no dejará indiferente ni pasivo a quien tenga oportunidad de leerla. Brindo por ello y espero que cuando el lector termine de leer este libro haya podido experimentar, a su propio modo, la importancia de sumirse en el silencio para poder escuchar su propia voz interior.

Madrid, 23 de enero de 2011
Miguel Peiro

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